Un joven veinteañero pontevedrés que se dedica desde hace 2 años al sector del delivery como rider. Un concepto que cada vez está más de moda y que tras la pandemia todo el mundo conoce.

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Ha vivido dos etapas en su empleo, la de ser autónomo para la empresa de reparto de comida a domicilio Glovo, y el estar contratado por Uber Eats, donde realiza el mismo empleo pero con las condiciones laborales reguladas por la Ley Rider. Desde este cambio de ley, Jhon explica que sus condiciones de trabajo han mejorado exponencialmente. En especial, comenta lo duro que era para él realizar jornadas como autónomo de más de 12 horas ininterrumpidas, donde una parte del tiempo tenía que estar a la intemperie esperando a que "me caiga un pedido". 

 

Las condiciones climatológicas no son siempre las más favorables para repartir en su moto y como él mismo dice: "a muchos les gusta el trabajo hasta que empieza a llover, ahí se empiezan a dar cuenta de lo duro que es en realidad y lo difícil que es estar en Galicia para este empleo".